lunes, 16 de agosto de 2010

Una historia de Irina Reim de 6to "A"

Esta es una historia de hace muchos años atrás, recordados por una señora de 86 años. Ella me contó esto:
"En aquellos tiempos la escuela no era parecida a la de ahora, era un lugar respetado, también se respetaba a los maestros, que en aquellos tiempos eran: la Señorita Vera Sajaroff, la Señorita Matilde Segal, la Señorita María Anijovich y algunos otros que no recuerdo. El director se llamaba Máximo Castro.
Las Fiestas Cívicas se selebraban con mucha emosión, venían niños de otras colonias.
La escuela era muy fría en el invierno, pero cuando nos reuníamos en el aula todo el calor del cuerpo humano era suficiente. Terribles eran los fríos, pero nosotros llegábamos todos los días, no teníamos calefacción, cuando la maestra nos sonreía éramos felices..."
A esta historia me la contó Magdalna Céspedes, una señora que vino a esta escuela y sus hijos también. Ella nació acá, en Villa Domínguez y me dijo que vino a morir acá, a su lugar...
La historia de mi abuela, Ángela Benegas, en la escuela
Por Matías Leiva (6to "A")

Me dijo mi abuela Ángela: "cuando empecé la escuela el edificio era distinto, mi maestra de primer grado fue la Señorita Amalia, luego en Primero Superior la Señora Celia, en Segundo la Señora "Chula", en Tercero la Señora Elba. Después fui hasta Quinto, y terminé en la escuela nocturna.
La Directora de la escuela era la Señora Luisa Bendersky y la Vice directora, la Sra. China Sbulky. La maestra de música era la Señorita Raquel, ella tocaba el piano; la de manualidades se llamaba María. No teníamos profesor de Educación Física, en esa hora la maestra nos hacía jugar al pañuelito, al pasará pasará, al huevo podrito, la farolera, el don pirulero y otros juegos.
En segundo o tercer grado, no recuerdo muy bien, la Señorita Raquel nos probaba, y los que teníamos buena voz pasabamos a formar parte del coro de la escuela. Salíamos a competir con otras escuelas. Así viajábamos... (suspira y dice: ¡qué lindos recuerdos!). Recuerdo cuando praticipé en el coro, la primera voz era Marta Ak y yo la acompañaba.
Mis compañeros eran: Victoria Liberman, Rosita Pave, Tati, Marta Schuldais, Coco Schuldais, Oniker.
Qué alegría era ir todos los días a la escuela, las maestras eran todas muy buenas. Recuerdo cuando salía de mi casa e iba a esperar a mi maestra a la puerta de su casa para llevarle sus cosas hasta la escuela.
En los recreos tomábamos mate cocido con galleta. No había comedor, ni biblioteca, ni ropero. Tampoco había jardín..."